Señales: El lenguaje secreto del universo por Laura Lynne Jackson es la recopilación de historias que reflejan la conexión entre el mundo terrenal con el mundo espiritual, en donde nos comparte con cada experiencia la belleza del después de nuestro existir, incluso si no creemos en el.
Dentro de las historias vemos un sin fin de situaciones que podemos considerar increíbles, con un cierto dejo de incertidumbre sobre la veracidad de lo vivido, pero me recuerdo que todos, incluso en una única vez, hemos experimentado esta conexión cuando más lo hemos necesitado, sea que la fe religiosa esté involucrada o no. La autora nos refleja en la simpleza de las experiencias de terceros que no se necesita más que creer y confiar a través del amor, porque nunca estamos solos y menos lejos de quienes nos aman, aún si ya no están entre nosotros.
"Nuestras vidas no sólo son sobre nosotros ── también son sobre las conexiones con otras personas."
(Jackson, 2019, capítulo 18, p. 135)
Me he detenido a pensar en todas las ocasiones que he tenido acercamiento con mis seres queridos ya inexistentes en este plano material y el primer recuerdo me brota tan precioso que me reitera que las despedidas son sólo momentáneas, siempre hemos de regresar con quienes nos amaron alguna vez. Es claro que no nos dejan de querer y ese amor puede seguir tan latente hasta el fin de nuestro existir; es ahí cuando me reitero que el amor es trascendental y se cosecha, cultiva y se da infinidad de veces porque este ciclo es eterno, el amor es eterno.
Desde la simple aparición de animales que nos hacen recordar a alguien, un fenómeno natural, como un arcoíris, o una palabra que puede simbolizarlo todo, es donde la autora nos refleja que cada señal es personal, que puede que para uno particularmente no simbolice algo, pero para otra persona puede ser una señal que esperaba durante mucho tiempo.
Sea la manera de manifestarse, nosotros podemos ser el puente para otros o viceversa, porque todos conspiramos en el destino de todos, todos tenemos una diminuta o inmensa razón de conectar con los demás. Saber la razón lo considero irrelevante, porque a través de los aprendizajes, las vivencias y los momentos en presencia es que nos revelamos la razón de compartir ese preciso instante. Lo verdaderamente trascendental es que siempre habrá un espacio para hacernos llegar un mensaje que propicie tranquilidad, seguridad y amor cuando más necesitemos el abrazo del universo.
"Es muy difícil terminar con alguien cuando los amas pero te das cuenta que para crecer debes soltarles."
(Jackson, 2019, capítulo 24, p. 180)
Mucho del aprendizaje del libro se basa en la pérdida del miedo a la muerte, en que no debemos temer si nos vamos mañana o en cincuenta años, porque pase lo que pase estamos para cumplir nuestros objetivos de aprendizaje, nutrirnos de bastas experiencias para la trascendencia de lo que somos, pero en lo personal, el entender la temporalidad de nuestro papel en la vida de otros es de los puntos más importantes y sobre todo inquietantes por cómo concebimos las relaciones.
Considero que, como seres humanos, nos aferramos a la idea de que todas las personas que llegan a nuestra vida y empiezan a desarrollar un papel importante en ella, permanecerán para siempre, pero no alcanzamos a concebir la posibilidad de que, incluso dentro del desarrollo de nuestra vida con aquellas personas hay un aprendizaje que debemos interiorizar. No por el hecho de que una relación termine significa que el amor igualmente lo hará o que ya no queramos estar o convivir con aquella persona, pero hay veces en que profundamente sabemos que no podemos ni dar más ni recibir más porque hemos alcanzado el objetivo de nuestro encuentro.
Me deleita pensar en ello, en que no somos propietarios de nadie pero que compartimos un fin en común para seguir creciendo. Todas las personas, sin tomar en cuenta la intensidad con la que la relación se fracturó, nos enseñan cosas que pondremos en practica con otros y hasta con nosotros mismos. La belleza de ese entendimiento es que jamás les olvidamos, ellos viven en nuestro pasado así como nosotros en el de ellos y lo increíblemente mágico es sentir que coincidimos en el momento idóneo para ambas partes.
"Al final, toda decisión que hacemos en nuestra estadía en la tierra no es más que elegir un camino de miedo o amor."
(Jackson, 2019, capítulo 23, p. 176)
Podría no tener sentido la primera impresión que tenemos del miedo y del amor como factores de decisión en nuestro día a día, pero al introspeccionar en ellos tienen inmensa relación. Todas las decisiones que tomamos tienen alguno de ellos dos, sea que decidamos mantenernos en un trabajo que no nos hace feliz (tomándolo como caso hipotético) o soltándolo porque preferimos nuestra estabilidad emocional. Todas las decisiones, incluyendo en las que nos relacionamos con otros, van de la mano con alguna de aquellas dos emociones.
Por otro lado, el hecho de sentir miedo no debería conflictuarnos o hacernos vernos a nosotros mismos como incapaces de actuar, porque hay una situación personal de la que se deriva y eso es a lo que debemos de prestar verdadera atención. ¿Por qué es que temo por expresar lo que quiero? ¿Por qué no quiero ponerme primero a mí? ¿Por qué no me atrevo a seguir mis objetivos? Estas y más cuestiones logran afectarnos mental y emocionalmente por no saber qué decisión tomar.
Esto tiene su influencia directa con cómo debemos ser a expectativas del funcionamiento social, pero, ¿Y si ello no compete con nosotros? ¿Debemos quedarnos y aguantar los deseos de nuestra alma o aventurarnos a lo que no conocemos? Muchas decisiones precisamente no se toman por la incertidumbre. Sin embargo, estando en la zona de confort en la que nos lleguemos a encontrar también la incertidumbre está presente, porque no sabemos cuándo dejaremos de tenerla. ¿Por qué esperarse hasta el colapso de alguna de las dos? ¿Por qué no aventurarnos a experimentar una decisión diferente a lo convencional? El error no define nuestro valor, así como tampoco lo definen los demás. Elegir el camino del miedo es privarnos de sernos fieles a nosotros mismos, en cambio el del amor nos propicia libertad. ¿Deberíamos esperar una señal para avanzar?
"Creo que la tierra es una escuela y todos somos sus estudiantes. También creo que estamos continuamente aprendiendo a elevar nuestros seres, como ayudar a otras almas y a compartir nuestra luminosa energía con el mundo. Todos, colectivamente, estamos aprendiendo una lección con amor."
(Jackson, 2019, capítulo 30, p. 268)
En definitiva, disfruto de decir que no hay caminos errados, mucho menos cerrados, que todo se acomodará como deba ser mientras tengamos el compromiso con nosotros de trascender. También es importante destacar que por el hecho de no sentir que no progresamos no quiere decir que no lo estemos intentando o que lo que deseamos no vendrá a nosotros, pero hay factores que debemos entender a profundidad personal para continuar en nuestra siguiente etapa.
La vida es una constante destrucción, morimos y renacemos metafóricamente cuando hacemos conscientes nuestros daños personales e interpersonales, retomamos el camino del amor cuando nos comprometemos a ser quienes siempre deseamos ser y cuando no encontramos esperanza alguna es cuando las señales vienen a nosotros. Nuestros maestros, nuestros guías y nuestros seres amados siempre están comunicándose con nosotros, velando por nuestra seguridad siempre que estemos dispuestos a escuchar. Dentro del libro destaca una frase maravillosa de Roald Dahl que dice: (...) los grandes secretos se encuentran escondidos en los lugares menos esperados (...) y lo único que debemos hacer es pedir, confiar y esperar. Porque siempre llegan, sobre todo cuando menos lo esperamos. Aquello es un reflejo de la trascendencia del amor, porque nunca estamos solos, nunca estamos sin amor.
❁───── Aprendizajes personales ─────❁
— Confiar es un acto de amor
— Todo llega en su preciso momento
— Nuestros seres amados siempre nos rodean
— Todos estamos interconectados con los demás
— Aprender es la más grande misión de nuestro existir
Señales: el lenguaje secreto del universo está disponible en Español.
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─❁ Signs: The Secret Language of the Universe ❁─
Laura Lynne Jackson's
Signs: The Secret Language of the Universe is a collection of stories that represent the connection between the earthly and spiritual world, sharing with each an experience of the beauty of life after our death, even if we do not believe in it.
Throughout these stories, we see an infinite number of situations that are almost unbelievable. It's easy to question whether what we witnessed was real or not, but I recall that none of us have ever, even just once, failed to experience this connection when it was most needed. By providing us with the simple experiences of third parties, the author shows that we only need to believe and trust through love, because we are never alone, and even less far from those who love us, even if they are no longer with us.
"Our lives aren't just about us ── they are also about our connections to other people."
(Jackson, 2019, chapter 18, p. 135)
When I think of all the times that I have been close to the people I love who no longer exist on this plane, the first memory that springs to mind is so precious. It reminds me that goodbyes are but momentary, we will always have to return to those who loved us. There is no doubt that they do not stop loving us and that love can remain so latent until the end of time. At that point, I reiterate that love transcends all the boundaries of time and is harvested, cultivated, and given countless times because this cycle is eternal, love is eternal.
No matter what the author observes, whether it is a sign of an animal that reminds us of someone, a natural phenomenon such as a rainbow, or the power of a word, It is where she observes that each sign is personal, that for one individual it may mean nothing, but for another, it may indicate that he waited a long time for the moment to arrive.
Whatever the form of manifestation, we can be a bridge for others, or vice versa, because we are all part of someone's destiny. We are all connected in some way. I think knowing the reason is irrelevant because through experiences, learning, and moments in presence we discover the reason for sharing that specific moment. The transcendent aspect is that there will always be a space to send us a message of tranquility, security, and love when we most need it.
"It's a very different thing to break up with someone when you love them but realize you have to move on if you want to grow."
(Jackson, 2019, chapter 24, p. 180)
There's a lot of meaning to the book's content, including the notion that death should not be feared, even if it happens tomorrow or fifty years from now because whatever happens, we are here to learn and nourish ourselves with vast experiences. Personally, I believe that understanding the temporality of our presence is both crucial and disturbing because of how we construct relationships.
Human beings cling to the notion that all the people who come into our lives and play an important role in them will remain there forever, but we fail to consider that even in the course of our lives with them there is learning to be gained. In the end, a relationship does not mean that love will do it anyway or that we no longer want to live or be with that person, but there are times when we deeply know that we neither give nor receive more because we have reached our goal.
I love the thought that we are not owners of anyone, but that we share a common goal to continue growing together. No matter how intensely the relationship ruptured, all people teach us things that we will put into practice with others and even with ourselves. With this understanding, we never forget them, they live in our past just as we do in theirs, and the amazingly magical thing is feeling like we were both at the same place at the right time.
"In the end, every choice we ever make while here on earth comes down to choosing a path of fear or love."
(Jackson, 2019, chapter 23, p. 176)
Daily, fear and love may not seem to make much sense, but in retrospect, they have an important relationship. The decisions we make are all based on one of the two factors, whether we decide to stay in a job that does not make us happy (considering a hypothetical case) or let go in order to maintain our emotional stability. Each of those two emotions underpins every decision we make, including our relationships with others.
A feeling of fear, however, should not provoke us or make us feel incapable of acting, because there is an underlying personal situation from which it comes, and that is what we should pay real attention to. Why is it that I fear expressing what I want? Why don't I want to put myself first? Why don't I dare to follow my goals? These questions and others can negatively affect our mental and emotional health because we don't know what to do.
The assumptions of social fnctioning have a direct influence on how we should act, but what if this does not concern us? Should we stay and put up with our soul's desires or venture into what we don't know? The uncertainty of decisions makes them difficult to make. However, the comfort zone in which we find ourselves is also accompanied by uncertainty, since we don't know when it will stop. Why wait until the collapse of one of the two? Why not venture to experience a decision different from the conventional? Our value is not defined by an error, nor is it defined by others. When we choose the path of fear, we deprive ourselves of being true to ourselves, but when we choose the path of love, we gain freedom. Should we wait for a sign to move forward?
"I believe that the earth is a school, and we are all students. And I believe we are here to learn continually how to elevate ourselves, how to help other souls, and how to share our powerful light and energy with the world. We are all learning a collective lesson in love." (Jackson, 2019, chapter 30, p. 268)
As a matter of fact, I'd like to say that there are no wrong paths, much less closed ones, and that all will be well as long as we're willing to transcend. Additionally, it is important to recognize that the lack of progress we feel does not mean that we are not keeping up with the demands of life, nor does it mean that whatever we want will not come to us, but there are factors that we must understand in detail to continue.
Live is a constant destruction. Metaphorically speaking, we die and are reborn when we recognize our own personal and interpersonal shortcomings, returning to the path of love when we recommit to being who we want to be and when there is no hope, we encounter signs. Whenever we are willing to listen to them, our teachers, guides, and loved ones ensure our safety. In the book, Roald Dahl says: (...) the greatest secrets are hidden in the most unlikely places (...) and all we have to do is trust, ask, and wait. They will always show up, especially when we least expect it.". This is a reflection of the transcendence of love because love never leaves us alone.
❁───── Personal learnings ─────❁
— Trust is an act of love
— Everything comes at the right time
— Our loved ones surround us at all times
— We are all connected to each other
— Our greatest mission in life is to learn
Signs: the secret language of the universe by Laura Lynne Jackson is available in English